Hadas y duendes Tarot
Diferencia entre Angel y Amigo Un ángel no nos escoge, Dios nos lo asigna. Un amigo nos toma de la mano y nos acerca a Dios. Un ángel tiene la obligación de cuidarnos. Un amigo nos cuida por amor. Un ángel te ayuda evitando que tengas problemas. Un amigo te ayuda a resolverlos. Un ángel te ve sufrir, sin poderte abrazar. Un amigo te abraza, porque no quiere verte sufrir. Un ángel te ve sonreír y observa tus alegrías. Un amigo te hace sonreír y te hace parte de sus alegrías. Un ángel sabe cuando necesitas que alguien te escuche. Un amigo te escucha, sin decirle que lo necesitas. Un ángel, en realidad es parte de tus sueños. Un amigo, comparte y lucha por que tus sueños, sean una realidad. Un ángel siempre esta contigo ahí, no sabe extrañar. Un amigo, cuando no esta contigo, no solo te extraña, también piensa en ti. Un ángel vela tu sueño. Un amigo sueña contigo. Un ángel aplaude tus triunfos. Un amigo te ayuda para que triunfes. Un ángel se preocupa cuando estas mal. Un amigo se desvive porque estés bien. Un ángel recibe una oración tuya. Un amigo hace una oración por ti. Un ángel te ayuda a sobrevivir. Un amigo vive por ti. Para un ángel, eres una misión que cumplir. Para una amigo, eres un tesoro que defender. Un ángel, es algo celestial. Un amigo es la oportunidad de conocer lo más hermoso que hay en la vida, el amor y la amistad. Un ángel quisiera ser tu amigo. Un amigo, sin proponérselo, también es tu Angel.
20.1.10
Los Elfos
Los elfos son humanoides de apariencia frágil y delicada, que viven durante cientos de años.
Es algo difícil tratar de explicar, o hablar sobre seres que no son espíritus, ni ángeles, ni humanos, pero, que, sin embargo, tienen algo de todos ellos y mas. Podemos darle el nombre genérico de elementales, espíritus de la naturaleza. Todo ellos habitan el Mágico Mundo de las Hadas.
Los elfos tienden a ser un poco más bajos y delgados que los humanos normales. Sus rasgos son finamente tallados y delicados, y hablan con tonos melódicos. Aunque parecen frágiles y débiles, como raza son rápidos y fuertes. Los elfos viven a menudo por encima de los 1.200 años, aunque mucho antes de este tiempo se sienten impulsados a abandonar los reinos de los hombres y los mortales. A dónde van no se sabe con seguridad, pero se trata de un innegable impulso de su raza.
Su aspecto físico es bastante similar al de los humanos, aunque tienen ciertas características, como sus orejas puntiagudas, su piel pálida y sus ojos almendrados, que los hacen bastante distinguibles de los hombres.
A pesar de ser menos corpulentos que los humanos (por término medio), tienen mayor agilidad y destreza en sus movimientos.
Un elfo se mueve con gracia y delicadeza, y de un modo tan sutil y silencioso que a veces es imperceptible su presencia. Este hecho les permite seguir con sigilo a un enemigo al que quiere espiar, o facilitar un ataque por sorpresa. Un elfo puede resultar prácticamente invisible en un bosque.
Los elfos tienen desarrollada la infravisión, por lo que no les resulta difícil moverse en la noche o por bosques donde no entra la luz solar.
Son grandes conocedores de los bosques, en los que habitan, y sus ropas en tonos verdes les permiten camuflarse en el bosque según su necesidad.
Es famosa la habilidad de los elfos con el arco. Son entrenados desde pequeños, y aunque también dominan la espada corta y larga, es con el arco con lo que un elfo combate eficazmente. Su agilidad les permite lanzar una flecha y moverse rápidamente para un nuevo disparo. Las mujeres elfas también son preparadas para la lucha. Es legendaria la leyenda de un ejército de doncellas elfas montadas sobre unicornios, que consiguieron grandes logros y victorias.
Los elfos suelen vivir en campamentos de unos 100 a 200 elfos, y son pocas las normas que la sociedad elfa tiene.
Generalmente, los elfos suelen ser muy individualistas, por lo que las leyes que cumplan serán las mínimas y más básicas. Les gusta realizar actividades que consideran agradables y alegres, como la música, el baile y la poesía.
Todos estos seres son muy antiguos, algunos son pequeños y horribles. Cuando están de pie sus brazos llegan mas abajo de las rodillas. Son de abundantes y enmarañadas cabelleras. Poseen un talento especial para la maldad, aunque también existen Elfos bienhechores. Les encantan las raíces de los alerces. No aman la lluvia pero sí la tempestad. Sus orejas son puntiagudas y sus piernas como de alambre.
Es evidente que los Elfos se han popularizado a partir de las descripciones que de ellos hace Tolkien en El Hobbit, El Señor de los Anillos y El Silmarillion. Sin embargo, Elfos han existido en otras culturas, en los mitos y en las leyendas mucho antes.
Es posible que la denominación provenga de la Mitología Nórdica, en la que Elfos eran el conjunto de todos los Seres Fantásticos que poblaban esas frías tierras. Sólo se dividían en los Elfos de la Luz y los Elfos de la Oscuridad, liosalfar y dopkalfar. Cuando los Elfos llegan a Escocia se identifican con Seres Feéricos de tamaño humano, y Elfame es el País de las Hadas. Por el contrario, en Inglaterra son las Hadas de tamaño diminuto las que reciben este nombre, y la literatura francesa y victoriana populariza esta figura minúscula que habita en las Colinas de los Elfos, confundiéndose en ocasiones con el Duende o el Gnomo, como ha sido habitual en los países mediterráneos e hispanoamericanos.
En las distintas lenguas nórdicas nos encontramos con los elves ingleses, los alfar germánicos, los elv daneses, los elfvar suecos, elfor o ellefolk escandinavos, alp y elbe alemán, aelpen anglosajón y alfa islandés. Sin embargo, podría indagarse en la denominación una posible raíz latina: albus, blanco.
Las más bellas descripciones de los Elfos míticos las encontramos en Escandinavia, donde también se les conocía como el Pueblo de las Huldre. Los elfos escandinavos son miembros de una antigua cultura, amantes de la música, la danza y las artes. Dominan los secretos de la naturaleza y de las hierbas mágicas, conocen los astros y el futuro, viajan sobre los rayos del sol, pueden atravesar cualquiera de los elementos, pero prefieren la cercanía de las aguas.
Los elfos tienden a ser un poco más bajos y delgados que los humanos normales. Sus rasgos son finamente tallados y delicados, y hablan con tonos melódicos. Aunque parecen frágiles y débiles, como raza son rápidos y fuertes. Los elfos viven a menudo por encima de los 1.200 años, aunque mucho antes de este tiempo se sienten impulsados a abandonar los reinos de los hombres y los mortales. A dónde van no se sabe con seguridad, pero se trata de un innegable impulso de su raza.
Los elfos son considerados a menudo frívolos y reservados. De hecho no lo son, aunque los humanos hallan a menudo sus personalidades imposibles de sondear. Se interesan por la belleza natural, la danza y la diversión, el juego y el canto, a menos que la necesidad dicte otra cosa. No les gustan los barcos ni las minas, pero disfrutan haciendo crecer las cosas y contemplando el cielo abierto. Aunque los elfos tienden a veces a la altanería y la arrogancia, contemplan a sus amigos y asociados como iguales. No hacen amigos con facilidad, pero un amigo (o un enemigo) nunca es olvidado. Prefieren distanciarse de los humanos, sienten poco amor hacia los enanos, y odian a los ocupantes malignos de los bosques.
Su humor es ingenioso, como lo son sus canciones y su poesía. Los elfos son valerosos pero nunca imprudentes. Comen con frugalidad; beben aguamiel y vino, pero raras veces en exceso. Aunque consideran que es un placer poseer joyas bien trabajadas, no se muestran abiertamente interesados en el dinero o los beneficios. Rallan la magia y la esgrima (o cualquier arte refinado de combate) fascinantes. Si sienten alguna debilidad, ésta recae en esos intereses.
Las más bellas descripciones de los Elfos míticos las encontramos en Escandinavia, donde también se les conocía como el Pueblo de las Huldre. Los elfor escandinavos son miembros de una antigua cultura, amantes de la música, la danza y las artes. Dominan los secretos de la naturaleza y de las hierbas mágicas, conocen los astros y el futuro, viajan sobre los rayos del sol, pueden atravesar cualquiera de los elementos, pero prefieren la cercania de las aguas.
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